Por Dra. María Elena Heinzelmann (MN 85751)
El dengue es una enfermedad viral que se transmite a través de una picadura del mosquito Aedes Aegypti, infectado generalmente en áreas tropicales y subtropicales. Con manchas blancas en su dorso y las patas, suele actuar también durante el día y no vuela más de 50 metros a la redonda, salvo que ingrese en un vehículo. Esta enfermedad no se contagia de persona a persona y afecta todas las edades.
Los síntomas del dengue varían desde una simple fiebre a un cuadro más incapacitante con fiebre alta, dolores musculares y articulares. Incluso, cefalea retroocular típica, manchas rosadas en la piel y síntomas digestivos, como náuseas, vómitos y diarreas. Los casos más graves pueden presentar hemorragias importantes. Su período de incubación va de tres a cinco días y la etapa de recuperación empieza luego del séptimo día de este cuadro.
En el hemisferio sur, la mayoría de los casos de dengue ocurre durante la primera mitad del año, mientras que en el hemisferio norte se produce en la segunda parte del año. La infección de un serotipo de virus seguida de otro distinto aumenta el riesgo de una infección más severa, pero no siempre es así. Desde lo estadístico, el número de personas afectadas por esta enfermedad viral tuvo un fuerte crecimiento en las últimos cuatro décadas. Pasó de 1.500.000 casos en 1980 a 16.000.000 en 2019. En este contexto, el pico de contagios sucedió cada cinco años. En tanto, 2020 marcó una situación inédita a nivel global, debido que hubo una coexistencia del COVID-19 y el dengue.

El Aedes Aegypti no suele criarse en ríos, arroyos o playas. Más bien, es de tipo doméstico (puede encontrarse en casas, departamentos y oficinas, entre otros lugares) y se acomoda a nuestros hábitos urbanos. Los mosquitos vuelven a aparecer con los primeros días de calor, debido a que los huevos pueden sobrevivir un año pegados a los recipientes. En ese sentido, hay que tener en cuenta un detalle: la fumigación no elimina huevos, ni larvas. Y la prevención debe hacerse desde la temporada invernal, eliminando o limpiando los recipientes que acumularon agua.
A la hora de implementar las medidas preventivas contra el dengue, es fundamental el trabajo en conjunto. Se necesita la participación de distintos organismos gubernamentales y organizaciones comunitarias para trabajar de forma integral e intersectorial en diferentes momentos epidemiológicos. Esta tarea será clave para disminuir los brotes y prevenir la endemicidad de esta enfermedad viral.
El mosquito transmisor esta enfermedad viral es de tipo doméstico y se acomoda a nuestros hábitos urbanos. Puede encontrarse, entre otros lugares, en casas, departamentos y oficinas. La prevención es clave desde el invierno.
¿Qué medidas deben implementarse para prevenir el dengue? Descartar objetos al aire libre con agua estancada, colocar recipientes boca abajo que puedan acumular agua y utilizar mosquiteros en puertas y ventanas. También, limpiar las rejillas, evitar pastizales, tapar tanques de agua y piletas con lona, y eliminar el agua que hay en ellas si no se usan. A su vez, se recomienda rociar con insecticidas el exterior de las casas, llevar ropa clara que tape brazos y piernas, y cepillar los recipientes donde se almacena el agua para que no se depositen las larvas.
Los repelentes con DEET (N N-diethyl-m- toluamida) son los más eficaces, ya que tienen más del 25% de concentración del producto y duran unas seis horas. También se recomienda utilizar los repelentes naturales, como la Citronela. Para su aplicación deben recordarse los hábitos de actividad de picadura del Aedes Aegypti: es mayor en la mañana y en la tarde, y horas antes de oscurecer. Sin embargo, a veces actúa durante el día en lugares bajo techo o en áreas cercanas protegidas de la luz solar directa. Y en otras ocasiones lo hace en los interiores durante la noche si hay luces encendidas.
La fumigación, tal como se dijo, mata al mosquito transmisor, pero no a la larva o sus huevos. La mejor prevención es eliminar el criadero del Aedes Aegypti. De ahí, el valor de la responsabilidad ciudadana para evitar el dengue, junto con las medidas que puedan tomar los organismos gubernamentales.